Como la empresa es grande, hay un restaurante y una cafetería en el primer piso... ¡Guau! Primero fui a la cafetería. Y pedí Ah-A-Rang y mi adorada limonada azul. Está riquísima.
Volví a tocar, entré, le hice un gesto con la cabeza y recibí muy pocos documentos. "Ah, tienes conciencia. ¿Eres tsundere?". Eres mi tipo ideal. Pensé que no volverías a aparecer.
"¡Jefe Min!"

"Ve a trabajar."
"Ahh... Gerente..."
En lugar del terrible encanto del zorro, Yoon-gi guardó los documentos y sentó a la protagonista femenina en el sofá por un rato antes de decirle que hablara.
"Oh Dios, ¿estás guardando esto y tomándote un tiempo para escuchar mi historia?"
"Di algo."
-Jefe, ¡eres muy guapo!
"Lo sé. Pero no eres mi tipo."
".."
Sinceramente, me quedé impactada. La protagonista, que había sido popular en la escuela, con un montón de chicos persiguiéndola, era fea y no era mi tipo. Era la primera vez que escuchaba algo así. Con una cara claramente adorable e infantil, una educación perfecta y una gran personalidad, además provenía de una familia bastante adinerada. ¿Cómo no iba a enamorarme de ella?
"No me gustan mucho las mujeres jóvenes y guapas. Me gustan las mujeres mayores y sexys, así que ni se te ocurra aferrarte a ellas".
"...tan...cruel..."
Yeoju salió de la oficina del gerente sollozando. Yoongi sabía que algo andaba mal, pero no sabía cómo consolarla. Permaneció aturdido un momento antes de volver rápidamente al trabajo. Yeoju se sentó en su escritorio, pateando el suelo con tristeza.
"¡Me voy del trabajo!"
"..."
"Eh...eh..."
Al ver al gerente, que parecía profundamente dormido, Yeo-ju escribió en una nota adhesiva que iba a ir y la pegó en la pantalla. Luego compró una lata de café y la dejó allí, y se alejó, casi haciendo un ruido metálico. En una palabra, adorable. Eso es todo lo que puedo decir.
Oye, gerente, eres tan guapo. Y tan lindo... ¡Guau! Igualito a las chicas... Ah, eres un poco... bajito, pero... ¡No pasa nada! ¡Soy pequeño!
Chilló, pensando en Yoon-gi con una lógica extraña. La gente que pasaba la miraba con extrañeza. ¿Pero lo sabría la heroína? Es tan despistada. Es como una ternura que lo perdona todo. Es el tipo de sentimiento que solo quienes la conocen entenderán.
Lo escribí en la escuela jaja
