Ecos del mañana

Un nuevo comienzo

Al desvanecerse las últimas notas, la luz se atenuó, dejando el anfiteatro en un resplandor sereno. La energía del artefacto se había estabilizado, y sus patrones caóticos habían sido reemplazados por un ritmo armonioso. Pharita, Atlas y Luna permanecieron juntos, con una mezcla de alivio y triunfo en sus rostros.

El público estalló en aplausos, y sus vítores resonaron por toda la ciudad. Ciudad Harmonia había presenciado la restauración del equilibrio, un nuevo capítulo en su historia escrito por el coraje y la determinación de sus habitantes.

Pharita miró a Atlas y Luna, con el corazón lleno de gratitud. "Lo logramos. La armonía se ha restablecido".

Atlas asintió, con una extraña sonrisa en su rostro. «Sí, pero nuestro trabajo no ha terminado. Debemos asegurarnos de que este equilibrio se mantenga y de que el conocimiento adquirido se conserve para las generaciones futuras».

Luna puso una mano sobre el hombro de Pharita. «Te has convertido en algo más que una visitante de nuestro mundo, Pharita. Ahora eres parte de Ciudad Harmonia, una guardiana de su armonía».

Pharita sonrió, sintiendo un profundo sentido de pertenencia. "Estoy lista para lo que venga. Juntos, mantendremos viva la armonía".