Sin darme cuenta, soy la siguiente en conocer a los chicos Bangtan. Sigo adelante, con el corazón latiéndome a mil. J-Hope me saluda con una cálida sonrisa, como el globo de felicidad que es. "¿Cómo estás hoy?", pregunta, con sinceridad reflejada en sus ojos. "Tengo el corazón latiendo muy rápido y estoy bastante nervioso, pero aparte de eso, diría que bastante bien", respondo con una sonrisa incómoda. "Ay, no hay necesidad de estar nervioso. Te queremos tanto como tú a nosotros, quizás incluso más, y espero que sonrías cada vez que pienses en eso. Nunca lo olvides, eres mi esperanza", dice, con una sonrisa que al instante me dibuja una también en la cara. "Lo recordaré". Sonrío, ya que las mariposas en el estómago, como si estuvieran luchando, se han ido. Me dirijo hacia Jungkook, sentado allí con una diadema de flores en la cabeza, dándome la bienvenida con una sonrisa que deja ver mis dientes. "¡Qué gusto conocerte! ¡Espero que hayas disfrutado del concierto! Dame tu álbum y te lo autografío", dice, con los ojos entrecerrados por la sonrisa. Le entrego el álbum que tengo en la mano, emocionada. "¿Te gustó el nuevo álbum?", pregunta expectante. Sonrío y respondo: "Claro que sí, ¿cómo no? Todos tus álbumes son una alegría para tus fans", y lo digo en serio. No sé cómo habría superado tantos problemas si no fuera por su música y su existencia. Después de comparar mi meñique con Jimin, preguntarle a Yoongi si extrañaba su cama (sí, sí, sí), recibir ánimos de Namjoon para mi futura vida universitaria y mi carrera como escritora, y elogiar a Jin por su atractivo rostro, me enfrento al momento que más he estado esperando. Estoy frente a Kim Taehyung, una persona a la que he admirado desde la distancia durante incontables años. Una persona cuyas palabras me han ayudado a superar todos los momentos difíciles. Una persona que me hacía reír cuando ni siquiera llorar me servía. Una persona que significa todo para mí y mucho más. Trago saliva lentamente.