Llega a la escuela. Se ve decente...
trabajar......
Estaba cubierto de pies a cabeza con un exuberante contorno dorado, violeta y rosa claro. Era algo que esperaba con ilusión; esperaba empezar de cero. SIN DISCUSIONES. Se prometió a sí misma. Era guapa y la mejor de su clase en Inglaterra, pero se metió en tantas discusiones que casi la expulsan. Su madre logró convencer a la directora para que la dejara mejorar durante los seis meses; de lo contrario, no habría nada que hacer.
Ella realmente necesitaba redimirse.

Hana entró en la escuela. Los pasillos resonaban con murmullos y susurros. Sabía que iba a pasar. De repente vio al director, un hombre bajito y sin gustos para vestir. Lo persiguió; ya se ocuparía de él más tarde... ojalá no.
Entró en su clase, la 67. Tal como esperaba, todos la miraron con sospecha y extrañeza. Sabía que los rumores circulaban por el aire. Vio a una chica con una banda morada en la cabeza decir: "Escuché que esa chica asesinó a un chico y acaba de salir de prisión, es una pena porque es muy bonita". Entonces la otra chica respondió: "Cállate Selena, desde cuándo somos amigas y no recuerdo haber preguntado por tus inseguridades, así que no dejes que huela tu APESTOSA actitud. ¡¿De acuerdo?!"
Hana se acercó y le dijo a la linda chica: "gracias, pero no lo necesitaba y solo para que sepas mi nombre es Hana y no asesiné a nadie".
La otra chica de pelo negro se rió y dijo: «Encantada de conocerte, Hana. Soy Su-min y no soy una asesina». Ambas rieron y empezaron la clase; hoy tenían una sustituta. ¡Genial!

