Y dejé atrás una alegría no dicha. Y ahora, cuando la vida ha forjado nuevos caminos y suavizado las agudezas de mis días, veo una vida que podría haber construido, sin sombras, miedo ni culpa, de horas desparejadas y años sin contar, una historia esperando a desplegarse. Y aunque mi camino no es el tuyo, y las semillas que anhelamos puedan ser sembradas en tierra fértil en costas lejanas, conservo el susurro de las puertas, que aún podrían abrirse, algún día, cuando nuestros caminos se crucen y se reencuentren. ¿Quizás, con el tiempo?
El susurro de la deidad
Antes y después

Lucideity13
2025.09.05Vistas 2