La esperanza de un hada
Capítulo 1



Narradora
Las hadas reciben un nombre de acuerdo a la flor de la que nacen, es una costumbre que la matriarca realiza cuidadosamente para reconocerlas


Narradora
Un pequeño grupo siempre la ayudaba a vigilar el crecimiento de las futuras hadas.


Narradora
Pero luego de la Guerra Estelar, este grupo disminuyó considerablemente.

Dos entristecidas hadas caminaban en el jardín de florecimiento, recordando lo ocurrido hace cuatrocientas centellas.


Dea
"Vi nacer a nuestras hermanas… por eso me cuesta aceptar que… han muerto" dijo con voz cansada, era una de las hadas antiguas del planeta.

"Yo crecí con ellas" agregó la otra hada con una ligera sonrisa. "Me gusta recordar los momentos alegres que vivimos. Aunque...

en esta temporada me siento triste por las ceremonias que los hechiceros y faunos realizan para conmemorar a quienes ya no están"


Dea
"Me gustaría ir a las ceremonias" suspiró. "Pero mi instinto me dice que las flores amarillas están a punto de abrirse"


Lia
"Has dicho eso durante veinte centellas" las interrumpió mientras aterrizaba junto a ellas.

Lia, era un hada joven que las ayudaba cuidando el jardín desde muy pequeña.


Lia
"Yo me encargaré de vigilarlas en tu ausencia"


Dea
"Confío en tus habilidades pero… no quiero perderme su nacimiento" empezó a sollozar. "Este es mi único consuelo"


Lia
"Lo siento mucho" tomo sus manos rápidamente para calmarla.


Lia
"No era mi intención, pensé que la celebración de los faunos te animaría un poco, su música es muy divertida"


Dea
"No es tu culpa" habló en voz baja. "Me he vuelto demasiado sensible desde la guerra"

"Debes descansar un poco" agregó la otra hada. "Una visita al mar te reconfortará, nosotras te avisaremos cuando un botón florezca"


Dea
"Gracias, creo que eso calmará mis emociones" asintió con la cabeza y soltó las manos de Lia.

Se despidió de sus hermanas y voló sobre el jardín rumbo a la costa más cercana.

Dea contempló el firmamento durante el atardecer.

Sus sentimientos se desbordaron nuevamente al rememorar el lejano momento en que la matriarca reunió a todas en aquel lugar.

Una sirena había llegado a través del portal marino para pedir ayuda, las escilas invadían su planeta y atacaban sin piedad.

Un grupo de hadas acudió inmediatamente a la batalla, con la idea de que regresarían pronto.

No sabían que ese fue solo el inicio de la gran guerra que estaba por comenzar en Spiralis Arborea.

Dea era muy hábil con la magia a pesar de su cargo como cuidadora.

Por eso no dudó en ir al planeta de los dragones cuando estos se enfrentaron a los temibles balrogs.


Dea
"Iré a Bhell Caeruleum para descansar" dijo para si misma levantando el vuelo y dejando aquellos recuerdos fuera de su mente.


Narradora
Esa fue su última noche como cuidadora del jardín floreciente, Winter estaba a punto de visitarla.